CURSO ONLINE “NEGOCIOS INCLUSIVOS” – CODESPA
Lección 4
La “base de la pirámide” representa a amplios segmentos de población con enormes carencias y necesidades sociales sin cubrir. La pregunta es: ¿cuál es la manera más eficiente y eficaz para facilitar su autonomía y desarrollo? Los negocios inclusivos pueden ser parte de la respuesta. Para ello, debemos articular las capacidades de empresas y ONG. En esta nueva lección trataremos de acercaros el papel de cada uno de ellos.
Aclaración previa…
Se puede llegar a desarrollar un negocio inclusivo desde distintos caminos y de muchas formas.
Aproximación a los negocios inclusivos desde la perspectiva de las ONG
La cooperación internacional se lleva a cabo por un conjunto de actores multilaterales, donantes gubernamentales y los miles de ONG dedicadas a la lucha contra la pobreza.
En demasiadas circunstancias, y debido a la escasez e irregularidad de los fondos de cooperación, nos encontramos que algunos de los proyectos que buscan resolver las problemáticas de la BdP tienen un alcance limitado. Además, la necesidad de demostrar resultados o impactos ambiciosos en corto tiempo, fuerzan a las organizaciones a buscar “atajos” para resolver los problemas.
Ejemplo:
- Objetivo: Apoyar el incremento de ingresos de comunidades campesinas dedicadas a la agricultura de subsistencia en suelos ricos y con potencial.
- Estrategia: Impulsar la diversificación de la producción, para la cual las familias necesitan equipamiento que no pueden adquirir en el corto plazo.
- Solución: Las comunidades acceden a equipos caros como carpas, sistemas de riego e insumos agrícolas que el proyecto les regala a cambio de su mano de obra y su compromiso de aprovecharlos adecuadamente.
Estos proyectos, basados en donaciones directas, reducen el plazo para conseguir resultados, pero también limitan el número de posibles beneficiaros a un grupo dentro de la comunidad. Además, generan distorsiones en las comunidades.
Reflexión:
¿Sería factible introducir la tecnología de forma accesible para la población y que estuviera disponible en el mercado cuando los productores, guiados por el efecto demostrativo, quisieran acceder a ello? Esta solución tiene algunas premisas:
- Que haya proveedores dispuestos a vender esa tecnología.
- Que los equipos sean accesibles y adecuados a las capacidades de pago de los campesinos.
- Acceso a un sistema y capacidad de crédito.
- Mecanismos de capacitación y transferencia de conocimientos.
Se trata, por tanto, de una solución más compleja, con impacto en la generación de ingresos más lenta, pero también es más sostenible y escalable. Así es como aparecen en el ámbito de la cooperación al desarrollo algunos modelos que apuestan por soluciones sostenibles. En gran medida son soluciones de mercado y en muchos casos se les puede llamar negocios inclusivos.
Aproximación a los negocios inclusivos desde la perspectiva empresarial
El apoyo de la empresa a causas sociales es casi inherente a la historia de la empresa, y desde los inicios se han producido contribuciones filantrópicas que respondiendo a cuestiones morales y/o religiosas, buscaban ayudar a los menos desfavorecidos.
El capitalismo y la “despersonalización” de las empresas supusieron un cambio. Algunas voces defendían como principal y única causa social de la empresa, la generación de empleo y la generación de retorno para los accionistas. Otras empresas evolucionaron hacia el concepto de las fundaciones empresariales. En todo caso, empresa y contribución social eran mundos separados con lógicas opuestas: el ánimo de lucro vs. la contribución altruista y solidaria a la sociedad.
Reflexión:
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) dio el paso de llevar la contribución de la empresa a la sociedad más allá de la ética o la moralidad, y se atrevió a introducir conceptos estratégicos como sostenibilidad, generación de valor o acción social invertida de manera estratégica. Ahora, el reto está en introducir esos aspectos en todas las áreas del negocio, no solo en el departamento de RSC. Se va generando un espacio de convergencia entre lo social y lo empresarial. En palabras de un directivo de BBVA, “hay que situar el impacto social en todos los procesos de decisión”.
Cada vez son más las empresas que se preguntan: ¿Puedo generar mayor beneficio para mi empresa a través de “lo social”?, ¿puedo emplear mis principales competencias empresariales para luchar contra la pobreza?, ¿pueden mis conocimientos, mis canales de venta, mi capacidad de inversión en I+D, o mis propios productos contribuir a la lucha contra la pobreza?
Convergencia de ambos “mundos”
En nuestros días, empresas y ONGs llegan a un lugar común, desde puntos de partida distintos. La cooperación evoluciona hacia modelos de mercado, y la empresa se encamina hacia la resolución de los problemas de la sociedad aplicando su lógica empresarial. En esta convergencia, se gestan, desarrollan e impulsan los negocios inclusivos, con cada actor desempeñando una labor desde su rol.
Las empresas tienen que estar motivadas por una lógica de negocio para garantizar la sostenibilidad de los negocios inclusivos, y el factor filantrópico tiene en ello un rol catalizador para vencer barreras. Por su parte, las ONG tienen que estar preparadas para ayudar a las empresas a articular y ver esa lógica de negocio, colaborar en el proceso, y facilitar el desarrollo de un modelo de negocio verdaderamente inclusivo.
Un “punto de encuentro” en Perú
Las restricciones de movilidad causadas por el coronavirus en 2020-21 fueron ocasión para la primera rueda de negocios virtual en dos provincias rurales de Perú. Participaron 13 asociaciones de productores y 26 empresas, con el objetivo compartido de reactivar la economía.
Se estima que más de 1.000 familias dedicadas a la agricultura y la artesanía se beneficiarán de los acuerdos comerciales generados.
Las ofertas alcanzaron intenciones de compra a 12 meses, equivalentes a 200 mil euros. Esta actividad se desarrolló en el marco del proyecto Work4Progress, de Fundación ‘La Caixa’.
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