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Día Mundial del Emprendimiento, ferias que cambian vidas

mujeres emprendedoras peru

El 16 de abril se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, una fecha que busca impulsar el espíritu emprendedor y fomentar la generación de ideas en todo el mundo. En CODESPA, creemos que el emprendimiento es mucho más que una actividad económica: es una oportunidad real para transformar vidas, especialmente en contextos vulnerables.

 

Apoyamos a las personas para que transformen sus actividades productivas o sus habilidades en pequeños negocios. Lo hacemos a través de formación, acceso a crédito y asesoría continua, para que puedan sacarlos adelante y se conviertan en una fuente de ingresos estable para ellos y sus familias. Pero el impacto va más allá: cuando estos negocios crecen, generan empleo y bienestar en su entorno, impulsando un desarrollo económico y social.

Queremos hablarte de dos historias que demuestran este poder transformador: las tejedoras de Huaral, en Perú, y los emprendedores y emprendedoras del norte de Marruecos.

 

De las periferias de Huaral a las ferias más exclusivas

En el norte de Lima, en una zona formada por asentamientos humanos llamada Huaral, vive un grupo de 20 mujeres que ha convertido el tejido en una herramienta de cambio. Lo que antes era un saber heredado de madres y abuelas, utilizado para elaborar prendas sin horario fijo y destinadas a su entorno más cercano, hoy se ha convertido en una actividad profesional que las lleva a vender en ferias como El Rastrillo o Naturaleza Creativa, donde se dan cita marcas de lujo, diseñadores reconocidos y compradores exigentes.

Ellas han creado sus propias marcas: Weya, con camisetas y accesorios para adultos, y Wawacha, especializada en ropa para niños y complementos de mujer. Sus productos tienen identidad propia, inspirados en la cultura Chancay, con colores, formas y diseños que destacan por su originalidad.

Pero este camino no ha sido sencillo. Durante un año, participaron en un proceso de formación que les permitió profesionalizarse: aprender a negociar, mejorar los acabados, atender al cliente, cumplir con los tiempos de entrega y, sobre todo, creer en ellas mismas.

Las ferias no solo son oportunidades para vender, sino también espacios de aprendizaje y crecimiento personal. Les han permitido entender el mercado, ampliar su red de contactos y ganar confianza. Gracias a esta experiencia, ya no dependen solo de vender a sus vecinas: han entrado en el mercado formal y generan ingresos estables.

A pesar de las barreras que enfrentan, como la carga del cuidado familiar, los estigmas culturales o la falta de recursos, en Weya y Wawacha han encontrado un espacio seguro donde se sienten valoradas y empoderadas. Su trabajo les permite aportar económicamente a sus familias y comunidades, y ser reconocidas por su talento.

Este crecimiento también les ha enseñado el valor de formalizar su negocio: participar en ferias requiere emitir facturas y pagar impuestos según los ingresos. Han aprendido que dar este paso les abre más puertas y les da estabilidad.

Otro reto que han superado con esfuerzo es la atención al público. Al principio, la idea de hablar con desconocidos les intimidaba; muchas sentían vergüenza o inseguridad. Desde CODESPA, trabajamos con ellas para que fortalecieran sus habilidades de comunicación y negociación. Hoy, hablan con los clientes, negocian precios y venden con confianza.

 

Las ferias son clave para los emprendimientos con los que trabajamos por dos razones fundamentales: permiten la comercialización directa de los productos y son espacios de aprendizaje donde se pone en práctica todo lo aprendido en las formaciones. (Luis Cáceres, representante de CODESPA Perú)

 

Las ferias conectan personas, ideas y oportunidades

También en Marruecos, las ferias cumplen un papel clave. Son lugares donde los emprendedores pueden mostrar sus productos, conocer a otros actores del ecosistema económico y aprender del mercado. Allí confluyen cooperativas, empresas, bancos, clientes y donantes. Son un punto de encuentro entre lo local y lo global, donde se descubren nuevas tendencias, se crean alianzas y se abren puertas.

Estas ferias pueden ser provinciales, regionales o nacionales, y permiten a quienes emprenden tanto vender como validar sus ideas, mejorar sus productos y hacer contactos que impulsen sus proyectos. Algunos encuentran nuevos clientes, otros proveedores estratégicos, y muchos, inspiración para seguir adelante.

Participar en una feria puede suponer un antes y un después: es la posibilidad de aprender, descubrir, intercambiar y también de vender más. Para muchos emprendedores y emprendedoras, significa sentirse parte de algo más grande, y visualizar el potencial de sus proyectos en un mercado más amplio.

 

A lo largo de estos años, hemos comprobado que el emprendimiento no solo transforma economías, también transforma personas. Mujeres que antes no se atrevían a hablar en público, ahora negocian con grandes tiendas. Jóvenes que no veían futuro en su comunidad, ahora crean empleo en su barrio. Personas que vivían en situación de exclusión, hoy son referentes.

El emprendimiento impulsa la inclusión social y económica. Y en contextos de pobreza, falta de oportunidades o discriminación, se convierte en una vía poderosa para avanzar y construir una vida mejor.

Desde CODESPA seguiremos apoyando a quienes deciden emprender, porque sabemos que cada producto que llega al mercado, hay detrás una historia de esfuerzo, aprendizaje y esperanza. Y eso merece ser apoyado, celebrado y compartido.

 

Han colaborado en la redacción de este artículo: Luis Cáceres, representante de CODESPA Perú; Verónika Coahíla, coordinadora del proyecto Huaral Emprende en CODESPA Perú; Adnane Laakel, representante de CODESPA Marruecos.

 

¿Quieres saber que más hacemos en lugares como Huaral?