En los últimos años, la producción de cacao en la República Dominicana ha experimentado un resurgimiento gracias a la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y el enfoque en la calidad del producto.
La República Dominicana, reconocida mundialmente por la calidad de su cacao, enfrenta desafíos cruciales para asegurar la sostenibilidad de su industria. Problemas como la volatilidad de los precios, el envejecimiento de la población agrícola, la deforestación y el acceso limitado a financiación y tecnología amenazan la viabilidad a largo plazo de este sector clave.
Con el propósito de abordar estos desafíos, CODESPA ha unido fuerzas con la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y con organizaciones locales para implementar el proyecto Cacao Trace, financiado por la Unión Europea, que integra innovación y tecnología para fomentar una producción sostenible y garantizar la trazabilidad de los productos en Monte Plata.
En noviembre se ha unido al proyecto la empresa ecuatoriana Kruger Corporation, que desarrolla modelos de negocio innovadores basados en tecnología, y será clave en la creación de soluciones adaptadas a las comunidades locales fomentando su participación activa.
Este esfuerzo conjunto tiene como meta apoyar a 700 pequeños productores de cacao en su transición hacia prácticas agrícolas responsables y competitivas en el mercado internacional.
Tecnología al servicio de la sostenibilidad
Una de las herramientas más innovadoras de este proyecto es el uso de tecnología blockchain, diseñada para registrar de manera inmutable y transparente cada etapa de la producción de cacao. Este sistema, desarrollado en colaboración con Kruger Corp, no solo proporciona datos sobre el origen y las prácticas de cultivo, sino que también facilita la certificación de cacao libre de deforestación, un requisito cada vez más demandado por la propia Unión Europea y otros mercados internacionales.
Gracias a esta tecnología, los pequeños productores dominicanos podrán demostrar el cumplimiento de estándares internacionales, abriendo puertas a mercados más lucrativos y competitivos. Este enfoque no solo responde a las nuevas regulaciones de cero deforestación que entrarán en vigor en 2025, sino que también posiciona al cacao dominicano como un producto sostenible y de alta calidad.
República Dominicana, con aproximadamente 40.000 productores y 150.000 hectáreas dedicadas al cacao, de las cuales el 16.5% corresponde a cultivos orgánicos. Esto convierte al país en un líder mundial en producción de cacao orgánico, cubriendo el 60% del mercado global de este tipo de productos. La implementación de la tecnología blockchain refuerza esta ventaja, integrando prácticas modernas con el conocimiento tradicional de las comunidades agrícolas.
Además, la plataforma se diseñó con un enfoque práctico, asegurando que incluso las comunidades rurales con limitaciones tecnológicas puedan beneficiarse. Este aspecto fue clave para Ernesto Kruger, fundador de Kruger Corp, según explica él mismo:
Nuestra visión es transformar la forma en que las organizaciones gestionan y verifican sus cadenas de valor, garantizando transparencia, eficiencia y confianza en cada etapa del proceso. Esta plataforma pone a las personas en el centro del diseño, empoderando a los productores con herramientas intuitivas que respetan su experiencia.
Promoviendo la inclusión
La inclusión social es otro pilar fundamental del proyecto. Las mujeres y los jóvenes desempeñan un papel crucial en la cadena de valor del cacao, pero tienen que hacer frente a barreras significativas, como menor acceso a crédito y formación. Para abordar esta desigualdad, Cacao Trace implementa programas de capacitación adaptados a las necesidades de estos grupos.
En el caso de las mujeres, las capacitaciones personalizadas permiten superar limitaciones relacionadas con horarios y responsabilidades domésticas, empoderándolas como líderes en sus comunidades y agentes de cambio en la producción de cacao. Actualmente, las mujeres que participan en la cadena de valor del cacao tienen ingresos que son, en promedio, 35% más bajos que los de los hombres, una brecha que el proyecto busca cerrar con formación y acceso a mercados. En cuanto a los jóvenes, se están generando oportunidades económicas y de formación que les permitan contribuir al sector agrícola, promoviendo su integración en la industria y fomentando la innovación en las prácticas agrícolas.
Abordar desafíos técnicos y sociales de manera integral, con soluciones como blockchain, nos permite impactar positivamente la vida de las personas. Al empoderar a mujeres y jóvenes, no solo transformamos comunidades, sino también el futuro de la industria.
Impacto a largo plazo
El proyecto no solo busca mejorar la competitividad de los productores dominicanos en mercados internacionales, sino también fomentar un cambio estructural en la industria del cacao. Al implementar prácticas sostenibles, integrar tecnología avanzada y priorizar la inclusión, Cacao Trace contribuye al desarrollo social, económico y ambiental de las comunidades rurales.
La colaboración con entidades como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Ministerio de Agricultura, ProDominicana y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo asegura el respaldo necesario para implementar y escalar las actividades del proyecto. Estas alianzas son clave para garantizar el acceso a recursos, el fortalecimiento de capacidades y el desarrollo de un marco institucional sólido.
Kruger Corp, como socio estratégico, contribuye no solo con tecnología, sino también con una visión de innovación que prioriza el impacto social, demostrando que las soluciones tecnológicas pueden adaptarse a contextos locales para transformar cadenas de valor en herramientas de inclusión.
Cacao Trace es un modelo de cómo la innovación, la sostenibilidad y la inclusión pueden converger para revitalizar una industria clave. Con iniciativas como esta, República Dominicana no solo asegura un futuro próspero para su cacao, sino que también establece un estándar para la producción agrícola responsable en todo el mundo.
Escrito por Diana Patricia Borrero Román, responsable de la delegación de CODESPA Caribe.
Este proyecto cuenta con la financiación de la Unión Europea:
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