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Tecnología con impacto: EMILPA demuestra su adaptabilidad

EMILPA

Tras consolidarse como plataforma de SMS para agricultores vulnerables en Guatemala, EMILPA ha empezado su expansión internacional. Estamos descubriendo su capacidad de cubrir las necesidades de desarrollo más imperativas, adaptándose a nuevos entornos. Todo esto es posible gracias a las alianzas y a la generosidad de muchas personas.

Ignacio Calvo, ingeniero de Software, conoció el proyecto EMILPA, a través de la plataforma Alaya.

“Aunque había bastantes proyectos en la plataforma de voluntariado que usamos –cuenta para Frontiers–, vi que éste se adaptaba particularmente bien a mis habilidades y experiencia técnica. La traducción en sí me llevó alrededor de medio día. Por encima de todo, tenía claro que los objetivos que Fundación CODESPA busca a través de EMILPA valían mucho la pena”.

EMILPA, herramienta de desarrollo

¿Cuáles son esos objetivos? Tomando el ejemplo de su aplicación en Guatemala: ofrecer información sobre meteorología, producción y nutrición a productores agrícolas que viven en situación de vulnerabilidad. Gracias a los sms que reciben, los productores pueden adaptar sus cosechas y obtener mayor rendimiento. La plataforma permite, además, que los productores puedan tener contacto con los distintos agentes del mercado. En resumen: EMILPA está demostrando su adaptabilidad a las necesidades de desarrollo de cada lugar.

EMILPA, generadora de alianzas

La herramienta dio sus primeros pasos en 2017. Fue desarrollada por la startup española Cropti, durante un proyecto de CODESPA financiado por la AECID. Se demostró especialmente útil con las primeras oleadas de la pandemia de 2020, dotando de información básica sanitaria a poblaciones aisladas.

Ahora estamos expandiendo esta tecnología en Ecuador, a través de un voluntariado corporativo de Repsol para la concienciación energética. En Perú, está al servicio del programa Horizontes, de UNESCO, haciendo posible la formación de profesores de secundaria de áreas rurales, gracias a Fundación UNIR.

Seguimos trabajando para implantar EMILPA en nuevos países, mientras buscamos financiadores interesados en tecnología con impacto. En palabras de Ignacio, es maravilloso “poder contribuir a un proyecto que tendrá un impacto directo y genuino en el usuario final”.

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