La lista de los grandes inventos de la humanidad está llena de nombres masculinos. Seguro que si nos preguntan quién inventó la bombilla, el teléfono o la penicilina sabremos responder correctamente o, al menos, nos acercaremos a la respuesta. A la mente nos vienen imágenes de físicos, químicos o ingenieros que han cambiado nuestras vidas con sus inventos e investigaciones. Sin embargo, a lo largo de la historia, en campos como la ciencia, las mujeres han sido relegadas y muchas de ellas desconocidas, a pesar de que su trabajo ha sido de gran valor.

Mujeres y niñas que todavía no tienen la oportunidad de aprender a leer y escribir

En 2016 todavía 62 millones de niñas no pueden ir a la escuela. Los datos muestran que de los 796 millones de personas que no saben leer ni escribir en el mundo, 2/3 son mujeres. A todas estas mujeres se les ha negado la oportunidad de aprender, pero esta realidad puede cambiar y hacer que las mujeres sean las líderes de su futuro. Por ejemplo, si todas las mujeres terminasen de estudiar secundaria, se reduciría en un 49% la mortalidad infantil.

Aunque actualmente solo el 30% de los investigadores son mujeres, cada día un mayor número de científicas dedican su labor a la investigación en diferentes disciplinas. Mujeres que inspiran y se abren paso para cambiar el mundo con sus investigaciones sociales sobre el VIH, plagas agrícolas o enfermedades como el cáncer, entre muchas otras .

Pero también debemos recordar que ya en el siglo XX muchas fueron pioneras y se convirtieron en predecesoras de las grandes mujeres científicas de todo el mundo. Estas mujeres tuvieron una oportunidad, demostraron su potencial y aportaron con sus investigaciones grandes avances a la ciencia y al mundo.

Grace Murray Hopper (1906-1992), pionera en las ciencias computacionales

En la actualidad es difícil imaginar nuestro día a día sin los ordenadores. En el trabajo o en casa, para hablar con amigos o para comprar por internet, el ordenador se ha convertido en un imprescindible en nuestros hogares.

A Grace Murray, pionera en el mundo de las ciencias computacionales y el lenguaje de programación le debemos mucho, ya que en la actualidad su legado científico cobra, si cabe, más relevancia. Esta mujer neoyorkina, estudió matemáticas y física y alcanzó el rango de contraalmirante en las fuerzas armadas. Inventó el primer compilador, un software que se encargaba de traducir un lenguaje de programación a un lenguaje que fuera comprendido por una máquina y pudiera ser procesado.

Sus avances fueron importantes para desarrollar los primeros lenguajes de programación modernos. Una de sus frases más inspiradoras fue: ‘Un barco en el puerto es seguro, pero no es para eso para lo que se construyen las naves. Navegad en el mar y haced cosas nuevas’.

Virgina Apgar (1909-1974), la mujer que fundó el campo de la neonatología

En el mundo se producen 5,9 millones de fallecimientos infantiles anuales. 16.000 niños y niñas menores de cinco años mueren cada día. El progreso global muestra como en dos décadas se han logrado reducir estas cifras, aunque no fue suficiente para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (1990-2015).

Esta lucha contra la mortalidad infantil lleva muchos años librándose. Virgina Apgar, pediatra estadounidense es considerada la mujer que fundó el campo de la neonatología. Creó el test de Apgar, un método que se utiliza para evaluar la salud de los recién nacidos a los pocos minutos de nacer. El test evalúa cinco aspectos de los recién nacidos: frecuencia cardiaca, esfuerzo respiratorio, presencia de reflejos, tono muscular y color.

Este método de evaluación ha sido un importante avance para reducir la mortalidad infantil en todo el mundo y se considera uno de los más significativos de la obstetricia del siglo XX. Virginia además realizó estudios sobre los cuidados prenatales, la alimentación materna y los efectos de la radiación en el feto, entre otros.

Ann Tsukamoto (1952), ha aportado avances científicos sobre células madre

El cáncer es una de las enfermedades contra la que se está combatiendo en todo el mundo con más virulencia. Ann Tsukamoto formó parte del equipo científico que desarrolló el proceso para aislar las células madre con efectividad. Esta investigación sigue contribuyendo actualmente a la comprensión del crecimiento de células madre y cómo estas pueden ser reproducidas artificialmente.

Toda esta información es vital para las investigaciones del cáncer y otras enfermedades. Este gran avance en la medicina hacia la comprensión de los sistemas sanguíneos de los pacientes con cáncer podría conducir en el futuro a la cura de la enfermedad. Ojalá algún día logremos decir que el cáncer se puede curar y que fue gracias a la aportación científica de mujeres como Ann.

Estas tres mujeres son solo un ejemplo de todas las que desde diferentes ámbitos científicos están dejando su huella. Doctoras, ingenieras, físicas, químicas, biólogas, etc. Ellas demuestran día a día lo importante que es no dejar a ninguna niña sin ir a la escuela, sin formarse, sin darle la oportunidad de convertirse en una mujer con mejores opciones en el futuro.

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*** Imágenes obtenidas de:  http://www.hmhb.org / http://gracehopperfilm.com / http://www.takepart.com