En 2016 todavía 62 millones de niñas no pueden ir a la escuela. A todas estas niñas les han negado la oportunidad de aprender y de jugar, y sus consecuencias son terribles.

Y eso nos ha contado Michelle Obama en su visita a Madrid, dentro del viaje que le ha llevado a recorrer Liberia, Marruecos y ahora España. En estos primeros países africanos, junto a las actrices Meryl Streep y Freida Pinto, tuvo la oportunidad de conversar con adolescentes que se enfrentan a grandes barreras para poder estudiar.

El final de este viaje llega en España, promoviendo la igualdad de oportunidades, creando un mundo donde mujeres y niñas, tengan las mismas oportunidades que cualquier hombre.

#LetGirlsLearn, una campaña por la igualdad de oportunidades

Es cierto que nosotros vivimos en un país desarrollado, donde algunas de las barreras de la desigualdad, ya han sido derribadas. Sin embargo, no todas ellas han caído, como por ejemplo la desigualdad en los sueldos, donde las mujeres llegan a cobrar hasta un 30% de media menos, que los hombres. Desigualdades que se deben a que no se ponen las herramientas o incluso las leyes necesarias para cambiarlo.

Michelle Obama nos acercaba la historia de Regina una niña que vive en Liberia y que “se levanta antes del amanecer, cocina, cuida de sus hermanos y trabaja en un mercado local para poder pagarse su educación. Y todo esto lo hace antes de ir a la escuela durante el resto del día, mientras que por la noche estudia durante horas porque quiere ser enfermera”.

Pero esta desigualdad no solo se debe a temas de recursos, también es algo cultural, posiblemente una de las barreras más complicadas de derribar. Éstas están formadas por millones de estereotipos que ponen a la mujer y las niñas, en una situación desventajosa respecto a los hombres.

Siempre pensamos que esta tipología de barreras culturales solo se encuentran en países en vías de desarrollo, pero Michelle Obama nos ha mostrado que todavía se encuentra en países como España ‘donde un padre que llega de trabajar y cambia un pañal es un héroe, pero si hace lo mismo una mujer, nadie lo nota’. Y mientras que el esfuerzo en el trabajo, se ve diferente dependiendo de que seas un hombre o una mujer. Si un hombre trabaja hasta tarde ‘se le ensalza como ambicioso, y si lo hace una madre se le acusa de abandonar a sus hijos’.

Oportunidades para la mujer: porque ellas pueden acabar con la pobreza

Las consecuencias de no conseguir derribar estas barreras culturales, de no dar las herramientas necesarias para que las niñas puedan ir a la escuela, son terrible. Ganan menos dinero cuando son adultas, se casan antes, padecen altas tasas de mortalidad materna e infantil, tienen más posibilidades que contraigan enfermedades como el VIH, entre otras muchas consecuencias.

Y su potencial, si consiguiéramos cambiarlo, es maravilloso. Si todas las niñas pudieran terminar primaria, cada año se salvarían 900.000 vidas. Si todas las mujeres tuvieran educación secundaria, se reduciría un 49% la mortalidad infantil, salvando 2,8 millones de vidas y reduciríamos en un 64% los matrimonios infantiles.

No debemos cambiar solo leyes, también corazones y la forma de pensar. Michelle Obama nos ha contado como todos podemos participar en conseguirlo. Decirles a nuestros hijos que llorar esta bien; motivar a nuestras hijas no solo para estudiar matemáticas, también a practicar algún deporte como el fútbol; y si en su colegio no hay un equipo de fútbol para niñas, preguntar por qué.

Ayudar a las mujeres y niñas, construir un mundo donde todos tengamos las mismas oportunidades, es la premisa para poder crear un mundo mejor. Desde CODESPA estamos convencidos de ello y por ello, desarrollamos proyectos que buscan dar la voz a la mujer, que sea independiente económica y socialmente y acceda a las mismas oportunidades que los hombres, desde pequeña.

* Foto de Michelle Obama obtenida de extratv.com