Fausto Fortuna nació hace ya 73 años en la provincia de Elias Piña de República Dominicana. Esta zona, fronteriza con Haití, es de las más pobres del país, viviendo el 73% de la población en situación de pobreza.
“Ya había ido a otro banco, pero me denegaron el préstamo por ser anciano. Tuve suerte de que este muchacho (el técnico de CODESPA) viniera a visitarme. Lo agradezco muchísimo. Sin este microcrédito que me han prestado, este año iba a ser muy duro”.
Fausto, es una de esos millones de personas que en los últimos años han podido acceder al sistema financiero. El tener acceso a pequeños créditos, una cuenta corriente o microseguros, son muchos de los servicios que están llegando a zonas donde la pobreza, antes lo impedía.
¿Por qué es importante la inclusión financiera?
Acceder a productos y servicios microfinancieros, o lo que también llamamos “inclusión financiera”, está ayudando a que las personas más vulnerables tengan herramientas que necesitan para salir de pobreza y, así, mejorar sus condiciones de vida.
A lo largo de estos años hemos sido testigos del impacto positivo que tiene la inclusión financiera en las personas. Es el caso de los microcréditos, que permiten a los pequeños productores mejorar sus pequeños negocios comprando herramientas, semillas o incluso acceder a esa formación que necesitan. También permiten que padres de familias puedan comprar el material escolar de sus hijos o que una comunidad tenga la oportunidad de instalar un sistema de agua potable. Otro ejemplo son los microseguros a costes muy reducidos que protegen a las familias frente a los imprevistos. Estos son algunos ejemplos, de cómo la inclusión financiera lucha contra la pobreza.
Sin embargo, sus beneficios no terminan ahí, acceder a una cuenta corriente les permite ahorrar, no correr riesgos de robos, cobrar un sueldo o simplemente, por fin, poder acceder a la luz que ilumine sus hogares.
En 2011 solo 51% de los adultos, en todo el mundo, tenían una cuenta corriente. Ahora, ya el 62% de los adultos tienen una cuenta corriente (o una cuenta móvil).
Y aunque no te lo puedas imaginar, esta exclusión financiera también es sexista, siendo más cruel con las mujeres. En Francia, el 97% de las mujeres tienen una cuenta bancaria, mientras que en el Chad menos del 7% de las mujeres tienen una cuenta bancaria (frente al 40% de los hombres que sí que tienen).
Las inclusión financiera también puede es una herramienta para que las mujeres y niñas puedan alcanzar las mismas oportunidades que los hombres.
3 formas de inclusión financiera
A la hora de impulsar la inclusión financiera, uno de los aspectos más importantes, es conocer las necesidades de los más vulnerables para adaptar al máximo el sistema financiero a ellos. Es decir, debemos ‘crear’ unas finanzas que entiendan sus necesidades y posibilidades y siempre evitando que estas, produzcan su sobreendeudamiento.
Teniendo en cuenta esto, desde CODESPA nos gustaría acercaros 3 formas diferentes de favorecer esta inclusión financiera. Estas tres no son las únicas y seguro que podemos encontrar otras muchas clasificaciones, pero debido a su innovación o potencial queríamos hablaros de:
1. Banca móvil
La inseguridad de viajar durante horas con tu dinero para llegar al banco más cercano o perder días enteros en viajes para hacer una transferencia, provocaba que en países como Nigeria, los más vulnerables no pudieran acceder al sistema financiero.
La banca móvil está ayudando a que millones de personas, en el continente africano, puedan acceder a cuenta bancaria y realizar transferencias a un familiar que está pasando un momento complicado. Esta seguridad y el ahorro de tiempo que producen la banca móvil, tiene el potencial para que en 2030, 2.000 millones de personas, que ahora mismo no tienen una cuenta bancaria, puedan ahorrar y hacer pagos a través de sus teléfonos.
Pero este sistema todavía tiene barreras que superar, 793 millones de personas que no han tenido la oportunidad de aprender a leer y escribir, no podrían beneficiarse de la banca móvil. Además, en muchas zonas rurales del mundo, los sistemas de comunicación o los precios de conexión, impiden esta forma de lucha contra la pobreza.
2. Sector Privado
Las empresas son un agente importante en la lucha contra la pobreza, y aun más si hablamos de desarrollar productos y servicios para los más pobres.
Estos productos deben estar adaptados a ellos, no solo a nivel de sus necesidades, también en sus posibilidades de pago. Así, desde el sector privado vemos como comienzan, junto el apoyo y asesoramiento de las ONG, microseguros de vida o agrarios. Todos ellos tienen un único objetivo, proteger a los más vulnerables para que un imprevisto no provoqué que todo lo avanzado, lo pierdan en un pequeño instante.
Pero acciones como estas solo pueden ser llevadas en aquellas poblaciones, que a pesar de encontrarse en situación de pobreza, tienen unos ingresos mínimos garantizados y así pudiendo invertir unas pequeñas cantidades de ellos, en protegerse.
3. Cooperativas de crédito y ahorro
Esta metodología de inclusión financiera permite que los más vulnerables, en zonas rurales, puedan también ver mejoradas sus condiciones de vida, gracias a incorporarse en el sistema financiero.
Desde CODESPA, estamos ayudando a que en zonas rurales de Guatemala, las personas, y principalmente las mujeres, puedan acceder a pequeños préstamos para iniciar un negocio o comprar productos básicos. Son cooperativas solidarias, constituidas por la misma comunidad, y entre ellos se prestan el dinero. Gracias al compromiso de todos ellos, sus tasas de devolución están por encima del 97%.
Esta forma de inclusión financiera nos permite acercar herramientas, a los más vulnerables, para poder salir de la pobreza.
Además, gracias al apoyo de nuestro equipo en terreno, mujeres y hombres que no han tenido la oportunidad de aprender a leer y escribir, ya no están fuera del sistema financiero. Y que se encuentren en zonas rurales donde las comunicaciones no han llegado, tampoco es una barrera, ya que la gestionan diaria la hacen ellos mismos, en sus mismas comunidades, y no deben viajar durante horas, con el peligro que eso conlleva.