Este 30 de noviembre estamos ante una fecha límite que puede regir nuestro futuro. Comienzan 12 de días de actividad frenética en París, múltiples conferencias y eventos, con continuos intercambio de opiniones que deben buscar un acuerdo. El objetivo está claro, que la temperatura de la Tierra no aumente más de 2°C para 2100, respecto a la época preindustrial. Y para ello necesitamos que los 195 países que van a estar presentes, se comprometan a reducir el consumo de energía fósiles.
El cambio climático es una realidad; y el aumento del uso de energías renovables se presenta como, posiblemente, una de las pocas alternativas que tenemos. En esta ocasión la previsión es más positiva que en anteriores ocasiones, países como China, E.E.U.U. y Canadá, también llegan con una predisposición a negociar y comprometerse con este objetivo que comenzó en Kyoto, en el año 1997. En esa ocasión no consiguieron que ciertos países se comprometieran con alcanzar este logro.
El protocolo de Kyoto, de 1997, tenía el objetivo de fijar metas para la reducción de la emisión de gases. En ese momento, los países que actualmente más gases emiten, China y E.E.U.U., no se comprometieron con este objetivo. Uno de ellos por ser un país en desarrollo y otro porque finalmente no lo ratificó. Aunque existen avances, ya que sea reducido un 22% las emisiones de gases, pero al no estar incluidos países como China, E.E.U.U. y Canadá en este acuerdo, el avance es más lento de lo esperado.
¿Qué es el cambio climático?
El cambio climático viene dado por los gases invernaderos, que se acumulan en la atmósfera e impiden que las radiaciones infrarrojas que emiten el planeta al calentarse salgan al espacio. Y a pesar de que estos gases siempre han estado en el planeta, la actividad humana ha provocado un aumento de ellos y que la temperatura del planeta esté aumentando de forma continua.
Ya existen consecuencias que no podemos evitar. Sin embargo, sí que podemos comprometernos a que estas consecuencias sean mucho menos drásticas.
Las consecuencias del cambio climático
El cambio climático es real y como hemos dicho, ya estamos sufriendo sus consecuencias. El incremento de la temperatura ha provocado un aumento del nivel del mar y una disminución de los casquetes polares. Y a pesar de que estas son las consecuencias más conocidas, otras ya están golpeando a muchos países. Épocas de sequía, inundaciones y ciclones son consecuencias directas que están afectando, principalmente, a las comunidades más vulnerables del país.
El cambio climático también puede conllevar la desaparición de muchas especies animales. Especies como el oso polar o el zorro rojo ven como sus entornos y medioambientes desaparecen. Estos animales solo tienen dos tipos de opciones: desplazarse buscando nuevos entornos o adaptarse: la adaptación conlleva muchos años y cambiar de habitas, para estas especies, se presenta como algo imposible por la presencia del ser humano.
Por último, el ser humano está viendo cómo el cambio climático también tiene ya terribles efectos sobre él mismo. Y, una vez más, los países en desarrollo son lo más vulnerables ante estas situaciones:
- Seguridad alimentaria: terribles sequías, inundaciones y plagas impiden que las comunidades más vulnerables puedan producir sus alimentos.
- Los océanos se contaminan y miles de especies están en riesgo, no solo afectando a la forma de vida de millones de personas, sino reduciendo nuestros alimentos.
- Los bosques y selvas comienzan a desaparecer, con terribles consecuencias a la polución de nuestro aire.
- El agua fresca y dulce, cada día es menos accesible, afectando directamente a la supervivencia de las comunidades y poblaciones indígenas.
- Ciclones e inundaciones que destrozan las casas y las vidas de millones de personas.
- Como hemos dicho anteriormente la biodiversidad se ve afectada y un gran número de especies están cerca de desaparecer, con terribles consecuencias como plagas.
- Nuestra propia forma de vida, ciudades y negocios se ven directamente afectados.
Por ello, es necesario un compromiso, un compromiso que no solo parta de estos 195 países, también necesitamos que el sector privado se comprometa en ello. Porque para hacer frente a los retos que presenta el cambio climático para nuestra economía, a nuestra seguridad y para el planeta tierra, necesitamos a todos.
Y esto se ve también representado en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
ODS contra el cambio climáticos
Dentro de estos nuevos objetivos de desarrollo sostenible, hacer frente al cambio climático, se puede decir que es algo transversal. Sin embargo, en esta nueva Agenda 2030 se han creado objetivos concretos para poder luchar contra este cambio climático.
- Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
- Garantizar a todos el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna.
- Proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, el manejo sostenible de los bosques, combatir la desertificación, y detener y revertir la degradación de la tierra y detener la pérdida de biodiversidad.
- Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
- Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Incrementar el uso de energías renovables, aumentar la resiliencia del ser humano frente a desastres, proteger los ecosistemas, los océanos y la biodiversidad, así como convertir las ciudades en entornos más sostenibles, son objetivos que los líderes mundiales, en este #COP21, también deberían tener en cuenta.
* Foto obtenida de www.globalgoals.com