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Cómo un simple bidón puede ganar la lucha contra el hambre en una familia

Cómo un simple bidón puede ganar la lucha contra el hambre en una familia

Angola era un país agricultor, sus conocimientos y la calidad de sus productos le convirtieron en un país reconocido por productos como el café. Sin embargo, una guerra de 27 años golpeo su forma de vivir, erradicando por completo su memoria agrícola e infraestructuras.

Una vez finalizada la guerra, las comunidades de las zonas rurales quedaron desoladas. Las familias no tenían semillas, habían perdido todas sus herramientas para cultivar y cosechar unas tierras, sobre las que no tenían ninguna seguridad; y esta era su única forma de supervivencia.

En Angola el 50% de la población sufre inseguridad alimentaria y hambre

Este es el caso de Talmangolo, una pequeña cooperativa de la que forman parte familias como la de Martinho. Sus vecinos y su familia no tenían la capacidad de producir los suficientes alimentos y perdían el 50% de sus pequeñas cosechas. No tenían las infraestructuras necesarias para almacenar sus los productos cosechados durante más de 3 meses, provocando que a partir de ese momento tuvieran que comprar los alimentos a unos precios inalcanzables para ellos.

 

Las comunidades ven como el hambre se extiende entre las familias, los hombres y mujeres no tienen la fuerza necesaria para trabajar las tierras; y los niños y niñas pierden su energía para estudiar o incluso jugar.

Por mucho que pudieran aumentar sus cultivos, por mucho que vinieran cosechas mejores, épocas de sequía o el aumento de precios de los alimentos, hunden a Martinho y sus vecinos en situaciones de emergencia, hambre y pobreza continuas.

Los bidones contra el hambre

Bidones contra el hambre

Junto a ellos comprendimos que no solo había que aprender nuevas técnicas de cultivo, no era solo cuestión de mejorar sus semillas o herramientas, también necesitaban almacenar los alimentos que producían y que les durasen durante todo el año.

Es difícil de contar y explicar la primera vez que llegas con un bidón a sus comunidades; una solución sencilla, pero complicada hasta que llegamos a ella. A través de un pequeño efecto de vacío los bidones pueden almacenar los alimentos durante largos periodos, sin que ratas los roan, insectos o plagas los contaminen, ni se pudran. Los alimentos les duran durante mucho más tiempo y su uso es muy sencillo. Los pasos que hay que seguir son:

  1. Una vez abierto, se lava el bidón con agua y jabón.
  2. Se deja secar durante 24 horas al sol.
  3. Separamos de los alimentos insectos y hojas.
  4. Comprobamos que el grano está seco.
  5. Lo metemos en el bidón.
  6. Cerramos el bidón:
  • Si el bidón está lleno, simplemente debemos cerrarlo.
  • Si el bidón está a medio llenar, ponemos dentro una vela encendida y lo cerramos. La vela consumirá el oxígeno para que los alimentos se almacenen de forma correcta.

 

El cambio a las familias ya ha llegado. Ahora pueden almacenar los alimentos y sus cosechas son parte fundamental de su alimentación. Además, poco a poco, podrán conservar mayor cantidad de alimentos y ser, ellos mismos, proveedores de otras familias a precios mucho más asequibles que los que hay ahora.

Es un simple bidón, que para nosotros tiene millones de usos y nunca nos paramos ante él, un bidón que posiblemente nos dieran y tiraríamos. En cambio, para gente como Martinho es mucho más, se ha convertido en una eficaz herramienta de lucha contra el hambre.

Instrucciones de uso de los bidones contra el hambre

Esta infografía la diseñamos para que las comunidades pudieran tener las instrucciones de uso del bidón. Debido a que en muchas ocasiones no saben leer, ni escribir, lo hicimos de una forma que fuera la más intuitiva posible.

Instrucciones uso de los bidones