↑ Blog

El cambio de roles en Angola: #unahistoriaquecontar para la igualdad de la mujer

El cambio de roles en Angola: #unahistoriaquecontar para la igualdad de la mujer

Sólo por el hecho de ser mujeres, muchas mujeres son discriminadas en algunas zonas de África. Aunque tienen un papel principal en el desarrollo de sus familias, la mujer queda relegada a un segundo plano. Ellas son las responsables de proteger a su familia, pendientes de su salud y su educación. Se encargan de las tareas domésticas, de los niños, del trabajo del campo, de ir a por agua para toda la familia, etc. Aunque realizan una labor fundamental en este sentido, su contribución al hogar está muy poco reconocida.

Aunque actualmente las mujeres africanas tienen derecho a una educación, sigue habiendo una desigualdad entre hombres y mujeres, en este sentido. En muchas ocasiones las niñas se ven obligadas a quedarse en casa, mientras sus hermanos van a la escuela. Esto hace que las mujeres no puedan desarrollarse y sigan dependiendo tanto económica como emocionalmente de sus maridos cuando crecen. Si no pueden estudiar, si no pueden acceder a una educación, no podrán desarrollarse para cambiar sus vidas y las de sus familias.

La mujer en Angola

27 años de guerra civil han dejado duras consecuencias para las mujeres angoleñas. Muertes, secuestros, violaciones, pérdida de sus maridos e hijos en los combates, son algunas de estas consecuencias. Ahora las mujeres ocupan un papel principal en sus hogares, teniendo que conseguir alimentos para dar de comer a sus familias, a sus hijos y siendo las responsables de las tierras y sus cosechas. Sin embargo, a pesar de todo lo que trabajan para poder alimentar a los suyos, sigue siendo invisible para el resto de la sociedad.

En el caso de las mujeres embarazadas tienen que trabajar en el campo hasta que dan a luz, con el peligro que esto conlleva para ellas y para sus bebés. Además, Angola no tiene garantizado el derecho a la salud por lo que el acceso a servicios sanitarios y medicamentos es muy complicado.

Las mujeres trabajan en el campo en desigualdad de oportunidades

Una de las principales consecuencias de tantos años de guerra es la pérdida de conocimientos en relación a cómo se cultiva el campo, ya que los conocimientos se transmitían de padres a hijos. Esto ha afectado también a las mujeres que han tenido que empezar de cero, teniendo que importar los alimentos básicos para poder alimentar a sus hijos. Esto hace que el 50% de la población angoleña sufra inseguridad alimentaria.

Natalia, cuando los roles cambian en Andulo

Natalia es una mujer que forma parte de la cooperativa de Kalusinga, en el pequeño municipio de Andulo, que forma parte de la provincia de Bié. Natalia es parte activa de la cooperativa, gracias a la cual puede aprender técnicas de cultivo y a cómo diversificar su producción de forma que pueda aumentarla y así conseguir más ingresos para poder cubrir las necesidades básicas de su familia. Y también es un pilar fundamental en las decisiones que se toman.

Cuando la conocimos nos sorprendió su carácter emprendedor, las ideas tan claras que tenía, la vitalidad que desprendía para poder conseguir grandes cosas. Ella es consciente de que sola no puede conseguir nada y que es importante compartir con los demás las experiencias de su día a día para poder avanzar y mejorar. Nos cuenta cómo con la colaboración de sus vecinos, están consiguiendo perfeccionar el cultivo.

“Juntos vamos perfeccionando el cultivo. Sí…sola no se aprende nada…no se aprende nada…Pero juntos se consigue todo”.

Natalia forma parte de una cooperativa en la que hombres y mujeres comparten sus experiencias en el campo, de forma que puedan aprender unos de otros, consiguiendo una mayor producción en las cosechas y alimentar a sus hijos. De esta forma, las mujeres van consiguiendo tener un papel más protagonista en la toma de decisiones y su papel no queda limitado exclusivamente a cultivar la tierra.

Podemos erradicar la desigualdad entre mujeres y hombres

La desigualdad entre hombres y mujeres es algo que debemos erradicar entre todos. Si apostamos porque las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres, conseguiremos una sociedad justa en la que la mujer podrá desarrollarse para conseguir aquello que ella misma decida. Si luchamos para garantizar su derecho a la educación en cualquier parte del mundo, le estaremos dando la posibilidad de tener una vida mejor.

 

En CODESPA creemos en el valor de las mujeres, por eso en cada uno de nuestros proyectos integramos a las mujeres, ofreciéndoles las mismas oportunidades que a los hombres. Ellas deben ser las protagonistas de sus vidas y, a veces, solo necesitan que les den una pequeña oportunidad para conseguirlo.

Tú puedes formar parte de este cambio, conviértete en la oportunidad que necesitan, dona.