La pobreza rural representa cerca del 63% de la pobreza de todo el mundo. Las causas son complejas y multidimensionales, y comprenden aspectos relacionados con la falta de servicios básicos como la educación, la salud o comunicaciones adecuadas, así como con fenómenos climáticos adversos, la debilidad de las instituciones públicas locales o la resistencia sociocultural al cambio.

En este contexto, una de las vías de desarrollo de las poblaciones rurales con escasos recursos, es la de promover y facilitar su acceso a bienes y servicios capaces de responder a sus necesidades más básica, como el acceso a un saneamiento adecuado.

Hace solo 10 años en las zonas rurales de Vietnam el 52% de la población rural no tenía acceso a sistemas de saneamiento y letrinas, proporción que llegaba al 68,4% entre las comunidades más vulnerables.

La problemática que rodea a la falta de letrinas o de hábitos de higiene saludables es mucho más compleja que la simple transmisión de enfermedades como la amebiosis o las diarreas. Entre las mujeres y niñas, el colectivo más vulnerable, puede producir abandono de la escuela o incluso agresiones.

En 2010 Vietnam se propuso que el 70% de la población de las zonas rurales tuviera acceso a una letrina

En provincias rurales como Yen Bai, una de las más pobres de todas las provincias de Vietnam, se vio que para que este objetivo fuera real, no se podían desarrollar programas asistenciales. Durante décadas este tipo de intervenciones habían fracasado. Provincias como Yen Bai, se enfrentaban a situaciones dramáticas, solo el 17% de su población tenía acceso a letrinas higiénicas. Era imposible conseguir los fondos económicos necesarios para ayudar a una población tan grande a través de un programa asistencial.

Como acabamos de comentar, en Yen Bai la mayoría de los proyectos realizados a través de un apoyo asistencial habían fracasado. Las personas no se sentían parte de este tipo de proyecto y no mostraban interés en ellos, ya que no les resolvían sus principales problemas.

Sin embargo, tras desarrollar estudios, descubrimos que las comunidades estaban dispuestas a impulsar la construcción de letrinas higiénicas, si las combinábamos con otras estructuras. Ellos querían aprender hábitos higiénicos, mejorar la salud de sus hijos y formar parte de aquellos programas de desarrollo, donde ellos fueran los protagonistas.

¿En qué consiste nuestro proyecto?

En este contexto, decidimos impulsar la construcción de letrinas sanitarias en las zonas rurales del norte de Vietnam donde, además, los conflictos y discriminaciones hacia algunas etnias son aún muy acusados. Por ello, se desarrollan entre las comunidades beneficiarias del proyecto actividades de sensibilización sobre buenos hábitos higiénicos (tanto en escuelas, como en las mismas comunidades) y los beneficios que les iban a proporcionar, la instalación de letrinas higiénicas. Además, realizamos cursos de educación no formal destinados a albañiles locales para que lleven a cabo la correcta instalación de este tipo de letrinas y, a su vez, se creó una red de profesionales más amplios con posibilidad de responder a la demanda de servicios. De este modo, se crean y refuerzan microempresas que contribuyen a un desarrollo sostenible del proyecto. Una vez nosotros nos marchemos, estos trabajadores tendrán la capacidad para continuar formando sobre buenos hábitos de saneamiento a l resto de miembros de la comunidad.

Por otro lado, se han establecido alianzas con programas públicos del Gobierno de Vietnam, para asegurar que toda familia que lo solicite pueda construir una letrina en su propia casa. Promovimos que las mismas comunidades se organicen entre ellas, y a través de pequeñas aportaciones periódicas, las familias pueden financiarse la construcción gradual de letrinas higiénicas para todos los hogares.

Este proyecto se ha convertido en un programa eficaz, gracias a la cual se han instalado más de 12.000 letrinas higiénicas que benefician a 163.000 personas. En las zonas rurales de provincias como Yen Bai, se ha incrementado la cobertura de saneamiento en un 41% y un ahorro de los gastos médicos de los beneficiarios y mayor disponibilidad para trabajar. Invertir un euro en promoción, sensibilización y formación sobre hábitos higiénicos saludables en las comunidades rurales de Vietnam, ha generado 10 euros de inversión en salud de sus hogares.