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Colombia, un país con los mismos niveles de desigualdad que Haití

Colombia, un país con los mismos niveles de desigualdad que Haití

Al suroeste de Colombia, bajo la capital de Popayán, se encuentra el segundo departamento con más población indígena del país: el Cauca.

Quizá no lo sabes, pero al hablar del Cauca hablamos también de una de las zonas de Colombia que ha sufrido más intensamente el conflicto armado en el que se encuentra el país desde hace más de 50 años y, también, de la zona donde más presencia de grupos armados hay. Al hablar del Cauca, hablamos también de una de las regiones más pobres de Colombia, un país que sufre similares índices de desigualdad que Haití (Colombia es el decimoquinto país con mayor desigualdad del mundo). Al hablar del Cauca, hablamos a su vez de una población que carece de acceso a derechos básicos y que, en general, no disfruta del derecho a una vida digna.

En Colombia, la pobreza, medida según el nivel de ingresos, es del 34,1%. En el Cauca, esa cifra supera el 62%. En el país ya ha habido más de 5,8 millones de desplazados internos por causa del conflicto. El acceso a la educación, para ciertas poblaciones, es un bien de lujo.

¿Por qué trabajamos en El Cauca, Colombia?

Trabajamos en el Cauca porque queremos favorecer el desarrollo de la población más vulnerable víctima de las consecuencias del conflicto. Porque queremos poner en manos de las mujeres las herramientas, formación y capacidades que demandan para poder avanzar y hacerse dueñas de su futuro. Queremos que las mujeres alcancen su independencia económica y que la participación social y política de la mujer colombiana del Cauca sea real. Al mismo tiempo que se conserva su identidad cultural y se aumentan sus derechos económicos.

En el Cauca encontramos que la población desplazada es, fundamentalmente, joven y femenina. El desempleo de la mujer es bastante superior al del hombre y, aunque trabajen, dedican casi tres veces más de tiempo que los hombres a llevar a cabo las tareas del hogar.

 

Trabajamos porque en este año, el 15% de las mujeres de entre 15 y 19 años de la región ya eran madres. Porque una de cada cinco mujeres que va a ser madre, aún es una niña. Porque las mujeres y los niños son, una vez más, como siempre que existe un conflicto armado, el grupo más afectado.

La mujer del Cauca, aunque está, poco a poco, consiguiendo ligeros avances en la participación política, aún carece de formación, confianza y autoestima suficiente para asumir roles de poder. Aunque han luchado y luchan por la tierra igual que los hombres, la mujer no es titular de ella, ni tiene acceso al crédito.

Trabajamos en el Cauca porque creemos en su capacidad de construir una paz necesaria para el país; porque creemos que todos debemos tener esa primera oportunidad que nos permita desarrollar todo nuestro potencial que, en este caso, ha sido mermado por un conflicto armado de más de 50 años.