La semana pasada celebramos el segundo ciclo de RSE+D en dos sesiones organizadas en Madrid y Barcelona. En esta ocasión, el tema escogido fue el turismo rural comunitario, un ámbito de desarrollo en el que trabajamos desde hace años y en el que el sector privado tiene mucho que aportar.

Marcello Gandolfi, Director del Departamento de Proyectos de Fundación CODESPA, fue el encargado de exponer nuestro trabajo en esta línea, que se desarrolla en Perú, Bolivia y Ecuador. Se trata de un modelo que busca aprovechar la creciente demanda de turismo en zonas donde gran parte de la población vive en riesgo de exclusión y desigualdad, para generar desarrollo en estas comunidades. Durante la sesión, Marcello señaló las tres patas fundamentales de esta estrategia:

1. Competitividad turística. Se trata de que las iniciativas, gestionadas directamente por las comunidades indígenas, cumplan unos estándares de calidad que se ajusten a la demanda. Se busca que los turistas puedan vivir experiencias únicas y reales.
2. Comercialización sostenible. La finalidad es que, una vez terminado el proyecto, las comunidades mantengan su poder de comercialización y de negociación con otros miembros de la cadena, como con los turoperadores.
3. Alianzas Público Privadas. La implicación del sector público y privado en los proyectos de turismo rural comunitario es fundamental para lograr la sostenibilidad del modelo. Su participación no tiene por qué reducirse a la mera financiación, sino que las alianzas o los conocimientos que pueden transmitir a estas poblaciones se convierten en valiosas herramientas.

Los resultados demuestran que este modelo de turismo rural comunitario funciona y tiene un impacto directo en la población y en su lucha por salir de la pobreza. Tras su implementación, ha aumentado considerablemente el número de turistas en este tipo de iniciativas así como su satisfacción, que hace que se queden más tiempo en las comunidades, convirtiéndose para la comunidad, en una fuente de ingresos complementaria a su actividad diaria.

Esto permite a las comunidades mejorar sus condiciones de vida, accediendo a servicios básicos. Al mismo tiempo, se ve aumentada la escolarización infantil, las comunidades pueden acceder a servicios médicos y no se ven obligados a migrar a las grandes ciudades.

Para finalizar, el Director del Departamento de Proyectos quiso resaltar las consecuencias del proyecto en la dignidad de personas que, hasta entonces, habían estado excluidas de una de las actividades económicas más rentables de estos países andinos. Gracias al turismo rural comunitario ahora se han convertido en protagonistas de su propio desarrollo.

A través de los ciclos de RSE+D, desde CODESPA pretendemos dar a conocer al sector privado el poder que tiene de transformar la sociedad y conseguir cambios positivos en la vida de las personas en situación de pobreza. Asimismo, queremos apostar por las nuevas formas de incidencia de las empresas en los procesos de desarrollo, como es la posibilidad de combinar su propia actividad de negocio con objetivos sociales.