El empoderamiento de las mujeres juega un papel clave en el desarrollo de los países más desfavorecidos. Los estados que apuestan por facilitar el acceso de su población femenina a la vida social y económica tienden a reducir sus tasas de pobreza en mayores porcentajes. Según el Banco Mundial, cada año de educación secundaria que recibe una niña puede aumentar su futuro salario hasta en un 20% .

Por otro lado, no podemos olvidar que vivimos en la era de la innovación. Nunca antes el mundo había experimentado cambios tan dinámicos a nivel tecnológico, económico o social como lo hace actualmente. Y todas las nuevas ideas, productos o prácticas que se están generando se pueden convertir en una gran oportunidad para la transformación social, gracias a una innovación social que se centre en las necesidades de las personas y se adapte a sus posibilidades.

Si estos dos factores, por separado, son capaces de generar grandes procesos de desarrollo en los países tradicionalmente más desfavorecidos, cabe imaginarse cuál es el potencial de una combinación entre ambos. Y es que las mejoras experimentadas en los sistemas de agua y saneamiento, nuevas infraestructuras de transporte, innovación en nuevas formulas de financiación o las últimas novedades en el ámbito sanitario, entre otros progresos, han sido auténticos catalizadores de igualdad de género y, por extensión, de desarrollo.

Precisamente, en Fundación CODESPA hemos querido apostar por este modelo. Nuestros proyectos pretenden impulsar las capacidades de las mujeres a través de innovadoras fórmulas para, de esta manera, lograr cambios efectivos y sostenibles en sus vidas y las de sus familias. Estamos convencidos de que si se adaptan las herramientas a las necesidades de la población femenina, los resultados en materia de reducción de pobreza serán más visibles.

Por ejemplo, los mecanismos financieros inclusivos, como los microcréditos o los microseguros, incrementan las posibilidades de que las mujeres puedan acceder a mejores bienes de producción y a opciones de empleo viables. De este modo, se fortalece su capacidad de respuesta ante posibles contratiempos y convierten sus pequeños negocios en una forma de vida sostenible para salir de la exclusión social y económica.

Introducir el factor de la innovación social en el proceso de empoderamiento de la mujer en los países en desarrollo se convierte en un efecto multiplicador de crecimiento económico. La búsqueda de la igualdad de género en estos países tendrá un impacto mucho mayor en la reducción de la pobreza si se apuesta por modelos innovadores y adaptados a nuestro tiempo.

Fuentes:

The World Bank: http://www.worldbank.org/mdgs/gender.html