La población de los países más desfavorecidos del mundo vive bajo unos índices de desarrollo humano muy bajos. Sin embargo, la situación no es la misma para todos. Existen grupos poblacionales en estos países que se enfrentan a un mayor número de dificultades para desarrollar sus capacidades y lograr salir de la pobreza. Sin duda, uno de los colectivos que más sufre esta problemática es el de las mujeres.

A lo largo de la historia, las mujeres de todo el mundo han tenido que hacer frente a barreras sociales, económicas y culturales de cualquier tipo. Tras años de esfuerzo, en algunos lugares se han conseguido grandes avances en sus derechos. Sin embargo, millones de mujeres de países en desarrollo siguen sufriendo una fuerte discriminación, que agrava la situación de pobreza en la que viven. Estos son algunos de los obstáculos que tienen que salvar cada día:

• Falta de acceso a la educación. La formación, especialmente en edades tempranas, es la clave del desarrollo social de las personas. Haber tenido acceso a un nivel mínimo de educación aumenta las posibilidades de salir del círculo de la pobreza. Sin embargo, las mujeres, por motivos muchas veces culturales, encuentran dificultades en formar parte del proceso educativo que les permitiría aumentar sus oportunidades en el futuro. Hoy todavía existen en el mundo 31 millones de niñas en edad escolar que siguen sin asistir al colegio.

• Dependencia económica. Gran parte del trabajo ejercido por las mujeres no está remunerado porque se encuadra dentro de la economía de subsistencia y de las tareas domésticas. Además, el tiempo que dedican a este fin les impide aprovechar otras oportunidades laborales y, cuando lo hacen, acceden a ellas en muy malas condiciones salariales. En el norte de África, la probabilidad de que las mujeres se encuentren en situación de empleo vulnerable es del 55%, frente al 32% en el caso de los hombres. La discriminación hacia las mujeres en el mundo del trabajo así como el no reconocimiento económico de las tareas del hogar, las hacen totalmente dependientes de sus maridos o familiares.

• Sin voz en la vida política y social. La participación de las mujeres en la actividad políticade los países en desarrollo es muy deficiente. La discriminación de género, amparada por leyes e instituciones, limita la capacidad de las mujeres para votar o presentarse a unas elecciones. Según UN Women, en julio del año pasado, solo el 20,9% de los parlamentarios nacionales en el mundo eran mujeres. Por otro lado, también encuentran dificultades para formar parte de otras esferas sociales como la familiar, la cultural o la empresarial.

A estas barreras sociales y económicas, se les unen problemas transversales que afectan a su día a día como son la violencia ejercida contra ellas o enfermedades motivadas por la falta de acceso a los servicios sanitarios. No obstante, el trabajo por la igualdad de género poco a poco está dando resultados y se han conseguido algunos avances en materia de derechos y oportunidades.

Desde CODESPA trabajamos para seguir fomentando las capacidades de las mujeres en riesgo de exclusión social. La lucha contra la discriminación femenina es un factor importante en nuestros proyectos y apostamos por la participación de la mujer en cualquier ámbito de la sociedad como motor de crecimiento. La igualdad se convierte así en un elemento crucial para la erradicación de la pobreza.

Fuentes:

UNESCO: bit.ly/1vPwdZT
UN Women:  bit.ly/1oEk4XK
UN Women:  bit.ly/1lSP3vW