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El primer microcrédito adaptado a las necesidades de los pequeños productores agropecuarios en República Dominicana

El primer microcrédito adaptado a las necesidades de los pequeños productores agropecuarios en República Dominicana

El sector agrícola en República Dominica tiene una alta importancia, con más de 242.956 familias rurales, lo que significa alrededor de 1,21 millones de dominicanos y un 16% del PIB. Conscientes de la vulnerabilidad del sector agropecuario en República Dominicana, en 2008 nuestro socio local el Banco ADOPEM (principal institución microfinanciera en el país), dio los primeros pasos para atender la demanda de microcrédito del sector agropecuario. Pero los créditos estaban dirigidos a atender la demanda de financiamiento de los productores agropecuarios con flujos de ingresos semanales y/o mensuales, y que podían asumir el pago de sus préstamos en cuotas mensuales consecutivas.

A partir de mediados del 2010 y con nuestro apoyo y el de la AECID, el Banco ADOPEM empieza a trabajar en el diseño de un producto de microcrédito que respondiera a las particularidades del sector agropecuario y del pequeño agricultor.  Un crédito acorde a los diferentes ciclos productivos y que el pago se ajustara a los flujos de ingresos.  Préstamos que  pudieran ser amortizados al finalizar el período de la cosecha.

Se diseñó el producto y se estableció un piloto en la provincia de San Juan de la Maguana en la Región Sur de República Dominicana. Con el establecimiento del piloto, se realizaron las validaciones y se hicieron los ajustes necesarios antes de ofertar el producto en las demás provincias agropecuarias del país y en donde ADOPEM tuviera presencia.

Además del diseño del microcrédito, desde CODESPA también revisamos las políticas, procedimientos y adaptación del sistema de información de ADOPEM acorde al nuevo producto.  Además, fueron seleccionados y entrenados profesionales del sector agropecuario para manejar los portafolios de créditos del producto de microcrédito agropecuario.

Adicionalmente y como estrategia que permitiera a los productores manejar sus recursos financieros de manera eficiente, se adaptó el manual de educación financiera, dado que se diseñó inicialmente para los clientes de sectores como el comercio y servicio y no para el sector agropecuario.

Principales dificultades
El principal problema que nos encontramos fue que las políticas, procedimientos, sistema de información y el personal de las instituciones microfinancieras estaban especializados en atender la demanda de créditos de sectores con ciclos de producción cortos, flujos de ingresos regulares y capaz de  pagar cuotas mensuales, tales como el sector comercio y de servicio. Además, nos encontramos que había falta de personal especializado en el manejo de créditos agropecuarios.

Por otro lado, la mayoría de las instituciones financieras en República Dominicana no atendían la demanda de crédito del sector agropecuario, debido a que es un sector con altos riesgos. Esto se debe a que el país está en la ruta de los huracanes y cada seis meses del año (junio/noviembre), podemos vernos afectados por el paso de un fenómeno natural.

La aportación del microcrédito a estas familias
Este microcrédito permite que los pequeños productores  puedan conseguir los recursos necesarios para realizar las inversiones en sus cultivos de una forma que esté adaptada a sus procesos de producción y a sus flujos de ingresos. De esta forma, pueden mejorar los niveles de producción por área, agregar valor a su producción, reducir costes y mejorar la calidad de sus productos.  Esto les permite mejorar sus niveles de ingresos por la venta de sus cultivos y por ende, tener unas mejores condiciones de vida.

Principales resultados
Hasta junio de 2013, la cartera de préstamos rurales vinculada al proyecto superaba los 6 millones y medio de dólares con 12.056 microcréditos en total. En cuanto a la cartera de préstamos agrícolas, en lo que hemos estado trabajando a través del proyecto, superaba los 2 millones y medio de dólares con 4.184 microcréditos en total.

En septiembre, la cartera rural del banco ya representaba el 7,50% de la cartera del banco con relación a cartera activa (monto) y el 7,88% con relación a la cantidad de clientes. La cartera rural agropecuaria representaba el 2,73% de la cartera general del banco. Es importante resaltar que la morosidad en riesgo agropecuaria se sitúa en un 0.62% y que el microcrédito agrícola promedio es de 564 dólares.

Se prevé que este nuevo instrumento financiero llegará a 12.000 nuevos pequeños productores de la región sur del país.

 

 

La AECID financia este proyecto de República Dominicana través del Convenio “Microfinanzas comunitarias y servicios microfinancieros rurales en Centroamérica y República Dominicana”.