La Organización Internacional del Trabajo estima que hay más de 216 millones de niños trabajadores en todo el mundo, de los cuales la mitad realiza trabajos peligrosos. A este dato, se une que, según la UNESCO, unos 67 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria no lo hacen y 72 millones de adolescentes en edad de cursar el primer ciclo de la enseñanza secundaria tampoco están disfrutando de este derecho.

En Perú, las desigualdades socioeconómicas y la exclusión siguen caracterizando la situación del país, y el trabajo infantil continúa siendo un grave problema. De los 3,8 millones de personas que viven en situación de pobreza extrema, 2,1 millones son niños. Las niñas de las zonas rurales y las indígenas se ven excluidas de la enseñanza oficial o permanecen menos años en el sistema escolar. Se estima que en las zonas rurales el 13,5% de las niñas de 5 a 17 años no tiene acceso a la escuela.

Para paliar esta situación, CODESPA lleva desde el año 2011 trabajando en un sistema de educación en alternancia. La formación en alternancia busca el desarrollo social y económico sostenible de las comunidades mediante la educación integral y de calidad de los jóvenes. Los centros son gestionados por la asociación de padres y los docentes son titulados en las diversas especialidades del nivel secundario.

Gracias a este tipo de formación, los jóvenes tienen la oportunidad de poder acceder a la educación y, además, aprenden un oficio que en el futuro, cuando acaben la formación, podrán poner en práctica y así contribuir al desarrollo de su familia y comunidades.

Junto a estos proyectos que fomentan la educación, CODESPA cree que es fundamental ayudar a los padres, contribuyendo a mejorar sus ingresos, para que los hijos puedan acudir a la escuela y no tengan que trabajar. Solo si conseguimos el desarrollo productivo de estas familias, los padres podrán darles a sus hijos la oportunidad de estudiar para lograr un futuro mejor.