El cambio climático afecta a todos los países, en cualquier continente. Este está produciendo un impacto negativo en los ecosistemas, en la economía nacional y en la misma vida de las personas. Desastres climáticos, sequías, plagas y aumentos de temperaturas o en el nivel del mar, provocan que familias enteras pierdan lo poco que tienen.

Por ejemplo, por cada grado que aumente la temperatura, se reduce en un 5% las producciones de cereales. Este y otros muchos son las consecuencias directas del cambio climático.

Con la llegada de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, se ha puesto sobre la mesa esta problemática. Por ello, dentro de estos 17 objetivos, se ha incluido de manera transversal la gestión de la amenaza e impacto que el cambio climático por su importancia en la lucha contra la pobreza. Así mismo, en la vigésimo primera Conferencia de las Partes, COP21, que tuvo lugar en París en noviembre de 2015, se convirtió en un evento clave y definitivo para alcanzar un nuevo acuerdo internacional sobre el clima.

Los datos están ahí, la solidez de la información científica sobre el cambio climático y su impacto ha aunado a la comunidad internacional en torno a la urgencia de actuar para reducir y enfrentar las consecuencias que el cambio climático va a suponer para el planeta y la humanidad en su conjunto.

Esta necesidad de actuación se plantea de manera más crítica, si cabe, para los millones de personas que viven en situación de pobreza en los países en desarrollo. En particular, para aquellos pequeños productores o microempresarios de comunidades rurales a los que los efectos adversos del cambio climático afectan de manera extrema y demoledora.

¿Qué implica el cambio climático para los más vulnerables en países en desarrollo?

La generación de ingresos de millones de productores y sus familias, en países en desarrollo, está vinculada al sector agropecuario que, por su naturaleza y características, está expuesto y es totalmente dependiente de la creciente variabilidad climática y las manifestaciones más drásticas del cambio climático. Por su naturaleza y características, se encuentran en una situación de máxima vulnerabilidad. En este sentido, la CEPAL estima que por efectos del cambio climático, el PIB agrícola se reducirá en algunos países de América Latina y el Caribe entre el 3 y el 17% hacia finales de siglo.

Además, el ritmo y la intensidad con la que el cambio climático amenaza con provocar cambios sobrepasan la capacidad natural e histórica de reacción y adaptación de las comunidades, en general, y de las más pobres en particular. En un contexto de cambio rápido, las poblaciones pobres ya de por sí vulnerables, se vuelven más vulnerables todavía.

Las comunidades se ven afectadas en todos los niveles. Así, por ejemplo, con respecto a la seguridad alimentaria, los pequeños agricultores proporcionan hasta un 80 por ciento de los alimentos en África subsahariana y partes de Asia; gestionan extensas superficies de tierras y representan la mayor proporción de la población del mundo en desarrollo que padece desnutrición. Muchos de estos agricultores carecen de seguridad sobre derechos de tenencia de tierras y otros recursos, y su subsistencia depende directamente de recursos naturales que se ven afectados por el cambio climático. Ellos viven en algunos de los entornos más vulnerables y marginales, como laderas de montañas, desiertos y llanuras aluviales, donde sus medios de vida están particularmente expuestos a las amenazas climáticas. El cambio climático está amenazando su sistema agrario, su fuente de alimentos provocando altos índices de inseguridad alimentaria en las familias.

Es por ello que la urgencia para adoptar medidas que permitan a estas poblaciones abordar y adaptarse a los efectos del cambio climático son mucho más importantes, cuando se constata que lo que está en juego es su propia subsistencia.

Por ello, con el objetivo de contribuir a la divulgación de información y conocimiento sobre la necesidad de alinear el cambio climático con el desarrollo, a través de esta publicación, os acercamos iniciativas internacionales de adaptación al cambio climático, con el objetivo de ayudar y apoyar a pequeños productores rurales. La publicación se divide en cinco importantes secciones:

1. ¿Qué implica el cambio climático para las poblaciones rurales en países en desarrollo?
2. ¿Cómo se está planteando la acción para la adaptación al cambio climático?
3. ¿Qué se está haciendo actualmente para apoyar a poblaciones vulnerables para la adaptación al cambio climático?
4. Lecciones aprendidas.
5. Conclusiones y retos para el futuro.

Si quieres conocer más, no dudes en descargarte la publicación: ‘Adaptación al cambio climático: Iniciativas internacionales de apoyo a pequeños productores rurales’.