República Dominicana es un país de renta media, donde existen grandes problemas de inequidad. Según el último Informe de Desarrollo Humano del PNUD, se sitúa en el lugar 102 de los 187 países evaluados. Los niveles de pobreza e indigencia en la zona rural superan los promedios nacionales en un 36% y un 67% respectivamente, siendo el sector agropecuario la principal actividad a la que se dedica la población rural. Desde Fundación CODESPA, como líderes de la innovación social en microfinanzas, centramos nuestros esfuerzos en las áreas rurales para facilitar la inclusión financiera y el acceso a productos y servicios financieros que reduzcan la vulnerabilidad y mejoren la calidad de vida de la población en situación de exclusión y pobreza.

A partir de mediados del 2010 y gracias al apoyo de la Agencia de Cooperación Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), hemos trabajado con el Banco ADOPEM en el diseño de un producto de microcrédito que respondiera a las particularidades del sector agropecuario y del pequeño productor. Un microcrédito acorde a los diferentes ciclos productivos y a los flujos de ingresos de cualquier agricultor. 

Así nació el Agrocrédito, un préstamo con un alto nivel de flexibilidad para adaptarse a cualquier tipo de cultivo y a cualquier productor.

La presente nota técnica describe el trabajo para el desarrollo del microcrédito agrícola, las principales limitaciones a las que, junto ADOPEM, nos enfrentamos durante el proceso, los resultados del producto y los futuros retos sobre los que están trabajando para mejorar la calidad de vida de la población agropecuaria dominicana. Queremos compartir con el resto de actores de la Cooperación Internacional los aprendizajes de este proyecto sostenible con enfoque de mercado.