A través de esta nota técnica queremos compartir la experiencias que hemos adquirido desarrollando proyectos de educación, formación e inserción laboral en países de África, como Marruecos y República Democrática del Congo.

Existen 5 elementos que son clave a la hora de poder desarrollar un programa de formación e inserción laboral en colectivos de riesgo de exclusión social. Estos elementos parten de la necesidad de conseguir adaptar esta educación y formación que recibirán, no solo a su cultura, también a las necesidades que el entorno y ellos mismo tienen.

Por otro lado, asegurarnos que esta tiene un impacto positivo en las personas que la reciben, nos ayudará a que confíen en nosotros. Hablarán de estos cursos con sus amigos, familiares y poco a poco, podremos conseguir que más personas se sumen.

¿Cómo lograrlo?

Los 5 elementos clave son:

1. Conectar el modelo de formación e inserción a su entorno

El modelo debe ser pertinente a la intervención. Esto pasa necesariamente por un buen conocimiento del contexto de las necesidades de la formación e inserción laboral así como de los principales desafíos y actores clave del sector en la zona de intervención.

En contextos difíciles de pobreza o inestables, hacer un previo análisis y trabajar con la misma población, escuchándolos, constituye un elemento esencial para poder aportar respuestas adaptadas y pertinentes.

Al mismo tiempo, se debe desarrollar un importante elemento de sensibilización con los alumnos y sus familias, para que comprendan la importancia de la formación.

2. La importancia de disponer de un proceso de formación adaptado y de calidad

Es necesario tener en cuenta las características específicas del público objetivo al que nos dirigimos. Esto es particularmente importante cuando el público es población vulnerable que está afectado por una problemática y unas limitaciones que podrían impactar negativamente en su proceso de aprendizaje o contribuir al abandono de la formación.

Existen diferentes formas de implementar un proceso de aprendizaje y de calidad:

• La pedagogía de la formación, como por ejemplo el enfoque por competencias. Éste se centra en el alumno y se basa en métodos de enseñanza activos y participativos adaptados al ritmo de aprendizaje de cada uno.
• El seguimiento social. En modelos de formación e inserción, dirigidos a colectivos vulnerables, un acompañamiento social resulta esencial.
• Aprendizaje por la práctica. Nos permite facilitar una enseñanza práctica y aplicada, ligada directamente al ejercicio de un oficio.

3. Reforzar e integrar el proceso de inserción en el modelo de intervención

Es particularmente importante no perder de vista el objetivo de inserción laboral cuando se trabaja con colectivos vulnerables que necesitan un acceso rápido al empleo y a medios de subsistencia. Es necesario trabajar, desde el principio, la inserción junto con la formación.

4. Participación de las mujeres en la formación profesional

En muchos países, las mujeres no tienen acceso a un trabajo digno y disfrutar de una autonomía para ellas, es complicado. Con el objetivo de que las mujeres participen en estos programas de formación, hay que presentar una oferta atractiva y adaptada a ellas.

En ciertos contextos ponerlas en marchas es complicado, pero el impacto es importante. Ya no solo la mujer empieza empoderarse y tener voz en su comunidad, sus hijos ven como sus condiciones de vida mejoran.

5. Política asociativa e integración de los tres grupos de actores clave en el modelo

Es importante desarrollar alianzas público-privadas, integrando en el modelo de formación e inserción laboral de intervención a los tres tipos de actores públicos, privados y asociativos.

Especialmente, los modelos de formación dirigidos a personas con riesgo de exclusión social deben tener en cuenta tres dimensiones principales: política, social y económica. Por lo que es necesario, que cada agente ocupe su lugar.

Puedes conocer de forma más extendida estos 5 puntos descargándote nuestra nota técnica: “5 claves para mejorar los modelos de formación e inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social”.